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«Mirad a vuestro alrededor, la mayoría de ustedes no se graduará”. Esta fue la frase que dijo el profesor después de haberse presentado, mi primer día de clase en la universidad.

Al principio no le hicimos caso, no quería creerlo, pensé: «no voy a ser una de esas personas”. Pero la verdad es que esa frase me ha salvado en muchas ocasiones.

Cuando se inicia un nuevo camino es normal estar emocionados, felices por la novedad y curiosos por lo que sucederá. Poco a poco, sin embargo, los resultados no satisfactorios en proporción al compromiso, las expectativas decepcionantes y los imprevistos en el camino pueden llevarte a vivir, lo que inicialmente era tu mejor opción, una rutina aburrida.

Y cuando vives en una rutina aburrida, hay dos enemigos que están al acecho: la falta de emoción y las dificultades. Todo lo que haces, ya no te gusta más, no te estimula, y las cosas que antes eran fáciles, ahora se hacen difíciles.

Puedo decir con certeza que mi pensamiento «No, no voy a ser uno de los que abandonan» me ha permitido en varios campos superar la rutina y la dificultad.

Todo el mundo tiene momentos de bajón, y es exactamente en esos momentos en los que debes tener los pensamientos correctos y las herramientas adecuadas. Mi deseo en diferenciarme, en no sentirme parte de la masa, mi deseo de destacar donde otros abandonaban, me han permitido obtener los mejores resultados de mi vida.

La primera vez fue en secundaria, cuando, después de una grave enfermedad, saqué las mejores notas; la segunda vez estaba en bachillerato, cuando me esforzaba al máximo, y así fue, lo conseguí; la tercera vez fue en la universidad cuando, estresada de estudiar y trabajar, en un momento en el que podría haberlo dejado todo, en su lugar, encontré las herramientas adecuadas para seguir haciendo las dos cosas a la vez a través de un curso de técnicas de memoria. Ahora he hecho de esto mi trabajo, y también aquí mi “yo no» me ha permitido no rendirme nunca.

Un día me encontré con aquel profesor y le di las gracias por sus palabras.

En la universidad se debería enseñar no sólo qué estudiar, sino también transmitir la actitud correcta, los profesores deberían ser capaces de entender lo que mueve a una persona a comprometerse, a querer destacar.

Todavía no he conocido a nadie que en la Universidad enseñe estas cosas, aunque hay que decir que cada vez con más frecuencia, nosotros, Your Trainers Group damos información sobre nuestro método Your Magister.

Por lo tanto, si no quieres esperar a que el mundo se mueva rápidamente sin ti, si quieres tener la fuerza para superar todo lo que te separa de la realización de tus sueños y metas, tengo el gusto de invitarte a hacerte cargo de tu formación, aprender cómo automotivarte y superar los obstáculos.

¡Buena suerte!